Pulso, acento, compás. Beethoven.
Pulso,
acento, compás
Toda canción que escuchamos tiene un pulso (también llamado “tempo”)
¿Qué es el pulso? Lo que casi sin querer
marcamos con el pie cuando la canción es muy rítmica. O lo que golpeamos con
las manos cuando cantamos el “Feliz cumpleaños” (pensamos en la versión que
tiene la misma melodía que “El payaso Plim Plim”). Cada sílaba o espacio
subrayado muestra que ahí hay un pulso, es exactamente donde golpeamos las
manos.
Que los cum-plas
fe-liz __
Que los cum-plas fe-liz __
Que los cum-plas que los cum-plas
Que los cum-plas fe-liz __
O, lo que es lo mismo:
El pa-ya-so
Plim Plim __
se pin-chó la na-riz __
y a los cin-co mi-nu-tos
hi zo un fuer-te a-chís __
Toda canción que escuchamos tiene acentos
¿Y qué son los acentos?
Son pulsos más fuertes que aparecen con
regularidad, normalmente cada dos, tres o cuatro pulsos. Casi todas las
canciones que conocemos están acentuadas de esa manera, aunque también hay
acentuadas cada otra cantidad, por ejemplo, cada cinco o siete pulsos.
En el ejemplo que dimos, el “Feliz
cumpleaños” (pensamos en la versión que tiene la misma melodía que “El payaso
Plim Plim”), está acentuado cada tres pulsos
Que los cum-plas fe-liz __
Que los cum-plas fe-liz __
Que los cum-plas que los cum-plas
Que los cum-plas fe-liz __
Cada uno de estos pulsos acentuados
(marcados con un recuadro) indica el comienzo de lo que llamamos “compás”. Una canción tiene, entonces,
muchos compases, pero, normalmente, un solo tipo
de compás, es decir, siempre acentuados cada determinada cantidad de pulsos. Si
decimos, entonces que el “Feliz cumpleaños” tiene un “compás de tres tiempos”,
queremos decir que tiene esa clase de
compás.
Necesitamos conocer algunas de estas
cuestiones técnicas para saber qué sucede internamente en la música que
escuchamos.
Beethoven:
En el video que sigue se escucha algo muy
conocido, fragmentos de la 5ta. Sinfonía
de Beethoven. Se trata del compositor alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827).
Los primeros instantes del video están en
silencio.
